La Bella y la Bestia
6th June 2016
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LA BELLA Y LA BESTIA
PERSONAJES:
NARRADOR
ALBERTO – Papa de Mónica, Beatriz, y Bella
MONICA – Hija Mayor
BEATRIZ – Hija del Medio
BELLA – Hija Menor
BESTIA
SCRIPT:
NARRADOR: Había una vez un mercader llamado Alberto, quien tenía tres hijas: Mónica, Beatriz, y Bella.
ALBERTO: Mis negocios no van muy bien, y ya no tengo dinero. ¿Cómo sobreviviremos mis hijas y yo?. Lo peor, es que ellas no saben que esta situación está empeorando cada día más. No tengo otra opción más que hacer lo que me dijo mi consejero. Definitivamente tengo que ir a ese viaje de negocios, porque es mi única esperanza. Bueno, tendré que hablar con mis hijas sobre la decisión que he tomado, solo espero que ellas me comprendan.
NARRADOR: Al día siguiente, el hablo con sus hijas acerca de su próximo viaje.
ALBERTO: Partiré mañana muy temprano.
MONICA: ¿Me traerás algo?.
ALBERTO: ¿Que te gustaría que te trajera?.
MONICA: Siempre he querido tener un vestido de encajes y bordado con hilo de plata y oro. ¡Se que luciré hermosa!.
ALBERTO: Te lo traeré. ¿Y tu Beatriz?.
BEATRIZ: ¡Yo quiero un hermoso collar de perlas!.
ALBERTO: Pues lo tendras. ¿Y tú Bella?.
BELLA: Yo no quiero que me traigas nada. ¡No quiero que te vayas!. Te voy a extrañar.
ALBERTO: Sabes que tengo que irme, porque si no lo hago perderemos todo lo que tenemos.
BELLA: A mí no me interesa el dinero.
ALBERTO: Lo sé, pero es mi responsabilidad cuidar de ustedes. Se lo prometí a su madre antes de morir. Ahora dime, ¿que quieres que te traiga?.
BELLA: Solo tráeme una rosa.
ALBERTO: ¿Una rosa?.
MONICA Y BEATRIZ: ¿Quieres una rosa?.
BELLA: Si, quiero una simple rosa. ¡Solo escoge la rosa más hermosa!.
ALBERTO: Sera una rosa muy especial, solo para ti, mi dulce hija. Es tarde, las veré por la mañana.
MONICA, BEATRIZ, Y BELLA: Buenas noches, papa.
NARRADOR: Al día siguiente muy temprano, Alberto ya estaba listo para partir.
BELLA: Te extrañare, papa.
ALBERTO: Yo también, Bella. ¿Donde están tus hermanas?.
BELLA: Están dormidas.
ALBERTO: Mmm, bueno, no puedo esperarlas hasta que despierten para despedirme de ellas.
BELLA: ¿Cuando piensas regresar?.
ALBERTO: No estoy seguro, pero lo hare tan pronto como termine de arreglar mis negocios.
BELLA: Adiós papa, y ten mucho cuidado.
ALBERTO: Lo hare. ¡Adiós!.
NARRADOR: Alberto partió dejando a Bella muy triste. Algunos días después, el termino de arreglar sus negocios, así que se dispuso a regresar al lado de sus hijas. Pero cuando iba en su caballo a través del bosque, quedo atrapado en medio de una fuerte tormenta.
ALBERTO: ¡No puede ser, tengo que encontrar un lugar seguro para resguardarme, o el caballo y yo moriremos!.
NARRADOR: Entonces el observo una brillante luz que resplandecía a lo lejos.
ALBERTO: ¡Veo una luz, tengo que llegar hasta allá!.
NARRADOR: Alberto se fue en su caballo lo mas rápido que pudo, y cuando se acerco al lugar de donde provenía la brillante luz, vio que era un impactante castillo.
ALBERTO: Espero encontrar refugio en ese lugar.
NARRADOR: Cuando se acerco a la puerta, observo que estaba abierta.
ALBERTO: ¡Buenas noches!. ¿Hay alguien aquí?.
NARRADOR: Como nadie respondió, entonces decidió entrar, y al hacerlo vio una gran mesa con infinidad de alimentos servidos.
ALBERTO: ¡Tengo mucha hambre!. Me sentare y comere esos deliciosos manjares.
NARRADOR: Cuando termino de comer, recorrió el lugar y llamo su atención unas grandes escaleras, decidió subir y entro a una gran habitación.
ALBERTO: ¡Hola!. ¿Hay alguien aquí?. Que extraño. ¡No hay nadie aquí!. Este lugar es hermoso, y esa cama se ve muy acogedora. Descansare solo por un momento, y después me iré.
NARRADOR: Debido al cansancio, Alberto se quedo profundamente dormido. Cuando despertó, alguien había colocado a un lado de su cama, una taza de café, fruta, y pan.
ALBERTO: ¿Quien pudo haber hecho esto?. ¡Todo se ve tan delicioso!.
NARRADOR: Después de comer, salió de la habitación y bajo por las enormes escaleras esperando encontrar a alguna persona a quien agradecerle por lo que había hecho por él, pero no encontró a a nadie.
ALBERTO: Que raro que no haya nadie aquí.
NARRADOR: Después se dirigió al jardín, donde la noche anterior había dejado a su caballo atado a un árbol, y fue entonces cuando vio un gran rosal.
ALBERTO: Esas rosas son hermosas. Me recuerdan a mi pequeña hija Bella. ¡Tomare solo una para ella!.
NARRADOR: Cuando se inclino para recoger la rosa, salió de entre los arbustos una horrible Bestia vestida con esplendidos ropajes, y lo miro furiosamente.
BESTIA: ¡Eres un malagradecido!. Te di refugio, comiste de mi mesa y dormiste en mi cama, y como agradecimiento quieres llevarte mi flor favorita. ¡Mereces la muerte!.
NARRADOR: Temblando de miedo, Alberto cayó al suelo de rodillas.
ALBERTO: ¡Perdóname, perdóname, no me mates, hare lo que tú me pidas!. La rosa no era para mí, era para mi hija Bella. Le prometí que le llevaría una rosa al regresar de mi viaje.
BESTIA: ¡Levantate!. Te perdonare, pero con una condición.
ALBERTO: ¿Cual?.
BESTIA: ¡Que me traigas a tu hija!.
ALBERTO: ¿Mi hija?. ¡No, a ella no!.
BESTIA: ¡Si!. Prométeme que me traerás a tu hija…¿o prefieres morir?.
ALBERTO: No, no quiero morir. Traeré a mi hija… te lo prometo.
BESTIA: Muy bien, alejate de aqui porque ya no quiero verte.
NARRADOR: Alberto abandonó el castillo, y cuando llego a su hogar, sus tres hijas lo recibieron con gran alegría. Después de que les dijo acerca de su encuentro con la Bestia, Bella le dijo.
BELLA: Querido padre, por ti yo hare lo que sea necesario. No te preocupes, podrás mantener tu promesa y salvar tu vida. Llévame al castillo, y yo me quedare allí en tu lugar.
ALBERTO: Bella, lo siento mucho. Gracias por salvarme.
BELLA: Empacare todas mis cosas inmediatamente.
NARRADOR: Esa noche su padre la llevo al castillo, en donde una vez más la puerta se encontraba abierta. Al entrar, la Bestia ya estaba esperándolos.
BESTIA: Buenas noches. Me alegra que hayas mantenido tu promesa.
ALBERTO: Te dije que lo haría.
BESTIA: ¿Es ella tu hija?. ¿La que te pidió una rosa?.
ALBERTO: Si, ella es.
BESTIA: Bienvenida a mi castillo, Bella.
BELLA: ¿Como sabes mi nombre?.
BESTIA: Tu padre me lo dijo.
NARRADOR: Tan pronto como Bella conoció a la bestia, se percato de que él era muy agradable, y entonces pensó.
BELLA: Le tengo mucho miedo. Lo mejor será que me mantenga alejada de el, aunque sea muy bueno conmigo.
NARRADOR: Entonces la Bestia le dijo a Alberto.
BESTIA: Debes irte de aquí.
ALBERTO: Pero..
BESTIA: ¡Dije que te fueras!.
NARRADOR: Alberto se despidió de su hija y se fue.
BESTIA: No temas, Bella, aquí estarás muy cómoda y nada te faltara. Tendrás la mejor habitación de castillo. Por favor, sígueme.
NARRADOR: La Bestia llevo a Bella a su habitación, y ella le dijo.
BELLA: Gracias, es magnífica. Y ahora si no te importa…me gustaría estar sola.
BESTIA: Por supuesto, se que necesitas descansar. Buenas noches.
BELLA: Hasta mañana.
NARRADOR: Desde entonces, en muy pocas ocasiones se dirigieron la palabra. Bella se sentaba por horas a tejer frente a la chimenea, mientras que la Bestia solo la observaba. Así pasaron los días, hasta que finalmente se hicieron buenos amigos.
BESTIA: Hemos pasado muchos días juntos, y hemos tenido conversaciones maravillosas. Disfruto mucho estar contigo…y por eso he decidió pedirte que te cases conmigo.
BELLA: Me has tomado por sorpresa, y realmente no se qué decir.
BESTIA: Se que para ti solo soy un horrible monstruo, y tal vez prefieras morir antes que casarte conmigo.
BELLA: Tú has sido muy bueno, y te debo la vida de mi padre. Lo siento, me gustaría ser tu esposa pero….
BESTIA: Lo entiendo perfectamente, y no me ofende tu rechazo. Me retiro para que puedas seguir con tus ocupaciones.
NARRADOR: Y así pasaron los días. Después, un día la Bestia le regalo a Bella un espejo mágico.
BELLA: Gracias por el regalo. Me hace muy feliz ver a mi familia a través del espejo
BESTIA: Así ya no te sentirás tan sola.
NARRADOR: Bella se pasaba horas y horas viendo a su familia que estaba tan lejos de ella. Después empezó a preocuparse, hasta que un día la Bestia la encontró llorando desconsoladamente frente al espejo.
BESTIA: ¿Qué sucede?.
BELLA: Mi padre está muy enfermo. ¡Como deseo verlo otra vez antes de que sea demasido tarde!.
BESTIA: ¡No, nunca abandonaras este castillo!.
BELLA: ¡Por favor… necesito verlo!.
BESTIA: Esta bien. Te dejare partir, solo si prometes que regresaras en siete días.
BELLA: Te lo prometo. ¡Eres tan bueno, y me has hecho muy feliz!.
BESTIA: El carruaje está listo. Puedes irte inmediatamente.
BELLA: Regresare pronto.
BESTIA: Te estaré esperado.
NARRADOR: Bella abandono el castillo, y al llegar a su casa corrió a los brazos de su padre.
ALBERTO: ¡Bella, te he extrañado tanto!.
BELLA: Yo también, padre.
ALBERTO: Todo lo que te sucede ha sido por mi culpa.
BELLA: No digas eso. Mi vida no es tan terrible como piensas. Yo paso horas maravillosas al lado de la Bestia. ¡El es muy bondadoso!.
ALBERTO: Eso que me dices me hace sentir mucho mejor. Pero me siento muy culpable por haberte abandonado en ese lugar con esa horrible bestia.
BELLA: Ahora estoy aquí contigo, y te cuidare hasta que recuperes tu salud.
ALBERTO: Te quiero mucho.
BELLA: Yo también. Ahora trata de descansar.
NARRADOR: Bella se quedo al lado de su padre hasta que él se recupero por completo, pero no se dio cuenta de que ya habían pasado siete días. Entonces, una noche se despertó con una terrible pesadilla.
BELLA: ¡Que terrible pesadilla!. Soñé que la Bestia se estaba muriendo y que me llamaba pidiéndome que regresara. ¡Tengo que volver inmediatamente!.
NARRADOR: Bella se despidió de su padre, y subió al carruaje que la llevaría hasta el castillo de la Bestia.
BELLA: ¡Espero no llegar demasiado tarde!.
NARRADOR: Cuando llego al castillo, subió rápidamente las escaleras llamado a la Bestia, pero no obtuvo respuesta. Después se dirigió al jardín, donde la encontró yaciendo en el piso, y con los ojos cerrados.
BELLA: ¡No te mueras!. ¡Me casare contigo porque te quiero!.
NARRADOR: Y al pronunciar estas palabras, ocurrió un milagro. La Bestia se transformo en un apuesto príncipe.
BESTIA: ¡Como he esperado este momento!. Estaba sufriendo en silencio, y no podía decirte mi terrible secreto. Una malvada bruja me convirtió en un monstruo, y solamente el amor verdadero de una joven dispuesta a casarse conmigo podría obrar el milagro de transformarme. ¡Mi querida Bella, seré muy feliz si te casas conmigo!.
BELLA: ¡Si, me casare contigo!.
NARRADOR: La boda se realizo algunos días después, y desde ese día el joven príncipe solo tenía rosas en su jardín. Y por eso hasta este día, al castillo se le conoce como el Castillo de la Rosa.
FIN
Autor: Leyenda Europea
Adaptada por: K I D S I N C O
Moraleja: Debemos ser tolerantes, y aceptar y apreciar a los demas como son con sus defectos y virtudes, porque eso es lo que nos hace unicos. La belleza esta en el interior de la persona, y no en su aspecto fisico. Debemos de creer en nosotros mismos.
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