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Había una vez una granja llena de gallinas. Allí había dos gallinas muy gordas que siempre molestaban y se burlaban de las gallinas flacas.
Un día mientras estaban comiendo, una de las gallinas gordas dijo: “Esas gallinas flacas parece que están enfermas. ¡Se ven tan pálidas!. Y la otra gallina gorda agrego: “Y están tan feas y débiles. Había olvidado decirte que hoy en la noche hare una fiesta en el gallinero. Las invite a todas, menos a esas gallinas flacas. La fiesta es solamente para las gallinas bonitas y saludables”. Y después ellas se rieron.
Pero lo que no sabían las gallinas gordas, era que el cocinero de la granja tenía otro plan. El necesitaba dos gallinas gordas para hacer un caldo de pollo, así que le dijo a su ayudante: “Ve al gallinero y trae las dos gallinas más gordas que encuentres, pero apresúrate porque el agua para el caldo ya está hirviendo”. El ayudante salió apresuradamente de la cocina y fue a buscar a las gallinas.
Mientras tanto, la fiesta ya había empezado en el gallinero y todas reían, bailaban, y cantaban muy contentas. Por una de las ventanas del gallinero, las gallinas flacas que no habían sido invitadas veían con tristeza como las demás se divertían, y una de ellas dijo: “Como me gustaría estar allí adentro. ¡Esa canción me encanta!”. Otra le contesto: “No nos quieren porque estamos flacas y no somos bonitas. Yo ya no quiero estar sufriendo al ver lo bien que se la están pasando, mejor vámonos a dormir”. Y las dos se alejaron de allí escuchando a lo lejos las alegres canciones y las risas de todas las gallinas que estaban en la fiesta.
Repentinamente, la puerta del gallinero se abrió y entro el ayudante del cocinero, quien al ver a las dos gallinas gordas, las tomo del pescuezo y dijo: “Ustedes son las gallinas más gordas de este gallinero, y están perfectas para el caldo de pollo”. Y una de ellas dijo: “¡Oh no, como quisiera estar flaca como esas gallinas que no invitaste a la fiesta!”, y la otra le contesto: “¡Yo también!”
Y el ayudante salió llevándoselas, mientras las otras gallinas continuaron con la diversión.