La Sirenita
29th July 2019
Categorized Under: Cuentos y Audiocuentos en Español
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LA SIRENITA
En el fondo del mar se alzaba el majestuoso palacio del rey del mar, con paredes de coral, techos de conchas, y ventanas de ámbar transparente. El rey era viudo y vivía con su anciana madre y con sus hijas, seis encantadoras Sirenitas, de largos cabellos y hermosa cola de pez, pero la más joven era la más hermosa de todas. Su piel era blanca y delicada como un pétalo de rosa, sus ojos tan azules como el mar.
Aquel día hubo una gran fiesta en el castillo por la mayoría de edad de la primogénita que, por eso, podría subir a la superficie para curiosear en el mundo de los hombres. Pero aun entre tanta alegría, la más joven de las Sirenitas, estaba triste. “Como quisiera también yo subir para ver qué sucede arriba. Deseo salir del mar y observar el cielo y las estrellas. ¡Todos dicen que es muy hermoso!. Y también poder escuchar la voz de los hombres y oler el perfume de las flores!”. En todo esto pensaba la Sirenita.
Ella era muy hermosa. Le gustaba cantar, y cuando lo hacia todos los peces del mar se acercaban a escuchar sus dulces canciones, pero lo que la hacía más feliz, era que su abuela le contara acerca del mundo de los humanos. La anciana le hablaba de los barcos, animales, de los verdes bosques, y de las ciudades a la luz de la luna.
Los años pasaron, y cuando la Sirenita cumplio la mayoría de edad, su padre le dijo: “ Mi querida hija, ya puedes salir del mar y ver el cielo. Solo recuerda, que ese mundo no es nuestro mundo. Nosotros solo podemos admirarlo. Nosotros pertenecemos al mar, asi que ten cuidado y no te acerques a las personas”. La Sirenita beso a su padre, y se alejo nadando ansiosa de descubir aquel mundo del que tanto le habían hablado, y que ahora podría admirar con sus propios ojos. Cuando ella subio a la superficie, lo primero que vio fue un barco. Se oían canciones a bordo, y vio luces de colores que se encendían. Entonces se acercó a una ventana, y vio que en el interior de un camarote se celebraba una fiesta. Había mucha gente, pero ella se fijó en un joven príncipe muy guapo, y se enamoró de el a primera vista.
De pronto, se levantó un fuerte viento, aparecieron nubarrones en el cielo y cayeron relámpagos en el horizonte. Sobrevino una tormenta que causo el naufragio del barco y de todos sus ocupantes. Ella se dio cuenta que los hombres corrían peligro, y dijo: “No quiero que el muera”. Y nado entre los restos del naufragio para rescatar al príncipe. Lo tomo entre sus brazos y lo llevo a la playa. Lo coloco sobre la arena y le canto una dulce canción, después se escondió entre las rocas, y allí permaneció hasta que una hermosa joven de una aldea cercana llego para auxiliarlo. En ese momento el príncipe se despertó, y pensó que ella lo había salvado.
La Sirenita volvió a su palacio en el fondo del mar. Varias veces regreso a la playa, pero no volvió a ver a aquel hombre del que se había enamorado. Un día le pregunto a su abuelita: “¿No podemos vivir en la tierra?”, y la abuelita le contesto: “Eso no es posible. Tú vives en el fondo del mar, tienes cola como los peces y los humanos viven en la tierra. ¡Olvídate de ese hombre!”.
Pero la Sirenita no estaba dispuesta a olvidarlo, y aunque le temía a la bruja del mar, pensó que ella era la única que podría ayudarla, así que fue a verla. La bruja al verla le dijo: “Se lo que vienes a buscar. Deseas que te haga humana, y eso es una tontería, pero tendrás tu deseo aunque con terribles consecuencias, mi querida princesa. Aun así lo hare. Bebe esta pocion y tu cola se transformara en un par de piernas, pero a cambio tú me darás tu voz. Nunca mas volveras a hablar, y nadie escuchara tu dulce canto jamas. Además, debo advertirte lo siguiente. Cuando seas humana, ya no volverás a ser una Sirenita, ni podrás nadar hasta el fondo del mar a ver a tus hermanas o a tu padre. Si el príncipe se enamora de ti, te quedaras con él y tendrás nuevamente tu voz, pero si él no se casa contigo, entonces morirás y te convertirás en espuma de mar. ¿Aceptas?. “Si”, respondió la Sirenita, y agrego, “pero si me quitas la voz, ¿Cómo conquistare al príncipe?. A lo que la bruja respondio: “Con tu encanto y con tus hermosos ojos, querida”. Despues de decir esto, le entrego la poción, y la Sirenita nado hacia la playa y allí se la bebió. De inmediato sintió un dolor terrible en la cola, y se desmayó.
Cuando despertó, el príncipe estaba a su lado mirándola fijamente, y le dijo: ¿Quién eres?. ¿Cómo llegaste hasta aquí?. Pero ella no podía hablar, y solo lo miro dulcemente con sus ojos azules.
El príncipe la ayudo a levantarse y se la llevó al castillo. Se volvieron amigos y daban largos paseos por la playa. Como los pies le dolían mucho, por las noches, cuando todos dormían, ella iba a la orilla del mar a refrescarse los adoloridos pies en el agua, y pensaba en los que había dejado en el fondo del mar. Con frecuencia, sus hermanas iban a verla y cantaban tristemente por lo mucho que la extrañaban.
Un día el príncipe le dijo: “Esta tarde tendremos una fiesta en mi barco y te presentare a la mujer que será mi esposa”. Apenas había iniciado la fiesta, cuando la Sirenita vio a la mujer de la que el príncipe se había enamorado, y era la misma joven que lo había ayudado en la playa.
La Sirenita sintió que se le rompía el corazón. Ella sabía que pronto moriría y se transformaría en espuma de mar. El príncipe nunca sabría que era ella quien lo había salvado, ni los sacrificios que había hecho por él.
Esa noche, cuando todos estaban dormidos, ella se quedó en cubierta esperando que amaneciera y el momento de su muerte. Al caer los primeros rayos del sol, vio a sus hermanas entre las olas que la llamaban, y le decían: “Hemos entregado nuestras cabelleras a la bruja del mar para que a cambio, nos dijera como salvarte y ella nos dio este cuchillo. ¡Mata al príncipe, tendrás de nuevo tu voz y volverás a ser como nosotras!”. La Sirenita tomo el cuchillo y pensó: “¡No puedo matarlo, lo amo demasiado!”. Entonces arrojo el cuchillo al agua, y dijo: “¡Adiós amor mio!. Nunca sabrás que yo fui la que te salve y no ella. ¡Deseo que seas feliz, y que me recuerdes alguna vez!. Después se dejó caer por la borda y en cuanto la Sirenita toco el agua, su cuerpo empezó a convertirse en espuma de mar. Repentinamente, una fuerza misteriosa la saco del agua y la llevo al cielo y sintió el calor del sol, entonces vio a las Hadas del Viento que flotaban en el aire junto a ella para llevársela.
Mientras tanto, en el barco, el príncipe y su prometida contemplaban la espuma blanca con tristeza, como si supieran que la Sirenita había desaparecido entre las olas. Entonces, la Sirenita, invisible, beso al príncipe y se alejó con las Hadas del Viento en una nube rosa flotando a traves delcielo.
AUTOR: HANS CHRISTIAN ANDERSEN
ADAPTADO POR: K I D S I N C O