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EL POMBERO – EL DUENDE MACABRO DEL BOSQUE

Es de noche, y dos siluetas apenas visibles en la oscuridad, se adentran en el bosque.  Son Manuel y Pablo, los dos hijos de un granjero, que en lugar de estar dormidos en su habitación, sin permiso de su padre se han escapado para cazar lechuzas, zorros, mapaches, pájaros, o cualquier otro animal nocturno que merodee por el bosque. 

No llevaban mucho tiempo caminando, cuando escucharon un silbido muy largo que los estremeció.  Los dos se miraron, y sus ojos reflejaron espanto ya que sabían que aquel ser tan temido por todos los había visto, y venia para llevárselos.  Rápidamente se escondieron detrás de un árbol con la esperanza de que no los encontrara, y allí permanecieron sin hablar ni moverse por un largo rato hasta que el dulce canto de un pájaro rompió aquel prolongado silencio.  A Manuel  esto le pareció muy extraño ya que el sabía que los pájaros suelen cantar durante el día, pero Pablo adivinando sus pensamientos, le dijo:  -El señor de la noche está aquí pero no podemos verlo, y nos está avisando su llegada imitando el silbido de los hombres y el canto de los pájaros-. De pronto, de entre la hierba salió el espíritu del bosque, y los tomo fuertemente del brazo. -¡Suéltanos!-, grito Manuel.  El espíritu lo miro de manera burlona, y le contesto: -¡Eso ni lo pienses!. Ustedes vinieron aquí para cazar sin ninguna necesidad, pero los atrape y tendran su merecido. Agradezcan que no los voy a matar, pero en cambio los encerrare en una jaula de donde nunca podrán salir y asi aprenderán lo que no deben hacer-. 

A la mañana siguiente, cuando el padre de los niños vio que no se encontraban en su habitación salió a buscarlos por toda la granja, y al no encontrarlos, desesperado se dirigió al bosque.  Allí, detrás de un árbol encontró tiradas las municiones que sus hijos habían llevado para cazar, dos resorteras, y varias piedras. Se estaba empezando a preocupar, cuando el sonido de unas ramas llamo su atención, y al mirar hacia arriba vio a los niños en lo más alto de aquel árbol encerrados en una jaula.  Corriendo fue a buscar ayuda a un pueblo cercano, y al bajarlos vieron que sus cuerpos estaban cubiertos de arañazos, parecían hipnotizados, y tenían una expresión de terror en su rostro. Su padre les pregunto lo que había sucedido, pero ellos no recordaban absolutamente nada.  No sabían ni quien ni como los habían subido hasta allá.  Al escucharlos, la gente empezó a murmurar, y le echaron la culpa al terrible Pombero. 

El Pombero es una especie de duende macabro que tiene forma humana, que pertenece a la mitología guarani, y que deambula por los campos entre el norte de Argentina, Paraguay, y el sur de Brasil. Es un ser nocturno, aunque en ocasiones se aventura a salir durante el dia y busca refugio en casas o cobertizos abandonados. Las personas que lo han visto lo han descrito como una creatura pequeña, con un gran sombrero de paja sobre su cabeza, y una bolsa en el hombro en donde lleva a los niños que secuestra porque se portan mal.  Es de apariencia musculosa, terriblemente feo, muy sucio, con las manos y pies completamente llenos de pelos negros, y las piernas cortas con los pies al revés para desorientar a quien lo intenta rastrear.

Su misión consiste en cuidar de la naturaleza, proteger a los pájaros, y velar por la seguridad de los animales salvajes.  Por esa razón ronda por los bosques, las selvas, y los campos, y como es muy violento ataca a los leñadores que sin ningun motivo se atreven a cortar arboles, así como a los pescadores y cazadores que matan por diversión.

Hasta el día de hoy, los granjeros afirman que lo han visto haciendo pequeñas travesuras en las granjas y los ranchos, como pisotear los sembradios, soltar a las vacas de los corrales, robarse los huevos y las gallinas, o asustar a los caballos para que escapen de los establos, y que además de esto también han tenido que enfrentársele en sus propias casas.  Resulta que este malvado y malhumorado ser, tiene la habilidad de hacerse invisible, así como de pasar por el ojo de una cerradura.  De esta manera, entra en sus hogares y si llega a escucharlos hablar mal de él, o si pronuncian su nombre en voz alta, entonces se enfurece, y como venganza empieza a romper las cosas asustándolos de tal manera, que les causa la muerte.  No obstante, también puede dejar de hacer diabluras y hacer el bien, ya que si cerca del bosque le dejan miel, tabaco, y licor, el queda satisfecho y a cambio de eso, con su magia los ayuda para que las cosechas crezcan más rápido, les cuida las casas, sus animales, y les otorga todo tipo de favores.

Sin lugar a dudas, el Pombero literalmente defenderá con uñas y dientes a sus bosques y a los animales salvajes que viven allí.  Por esta razón, si tienes la intensión de ir de cacería, de pesca, o necesitas leña para tu chimenea, ten mucho cuidado por donde caminas porque el lograra que te pierdas en la profundidad del bosque, para luego aplacar su furia rompiendo despiadadamente cada uno de tus huesos. 

AUTOR: MITO LATINOAMERICANO

RECOPILADO POR: KIDSINCO

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