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El Misterio de la Muñeca de Porcelana

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EL MISTERIO DE LA MUÑECA DE PORCELANA

En un rincón olvidado por el tiempo, donde los susurros de lo sobrenatural se entrelazan con la realidad, florece una leyenda que ha pasado de generación en generación. Es una historia de la infancia, de la inocencia perdida y de un encuentro con lo incomprensible. Adéntrate en el mundo de María, una niña cuya curiosidad la llevó a cruzar el umbral entre lo común y lo extraordinario, donde una muñeca encantada aguardaba en las sombras.

Hace mucho tiempo, en una casita modesta, habitaba una niña llamada María, una criatura tan curiosa como obediente. La vida de María transcurría tranquila hasta el día en que descendió al misterioso sótano de su hogar, y tropezó con un secreto olvidado: una antigua muñeca de porcelana de aspecto fascinante.

Esta muñeca, con su cabello dorado y su piel pálida, ejercía sobre María una atracción irresistible. Su encanto hizo que sin pensarlo, la llevara a su habitación donde comenzó a entablar una peculiar amistad. Día tras día, María compartía historias con su nueva compañera.  Le contaba acerca de sus amigas, su maestra, su familia, y la vestía con sus mejores ropas. Sin embargo, conforme pasaba el tiempo, notaba cambios extraños en el comportamiento de la muñeca. Sus ojos de cristal parecían observarla intensamente, y en ocasiones, María juraría que los labios de la muñeca se movían como si susurraran palabras inaudibles.

Una noche, María se despertó sobresaltada al escuchar un extraño ruido cerca de ella. Al abrir los ojos, descubrió a la muñeca sentada en su cama mirándola fijamente. El miedo se apoderó de María, y rápidamente se levantó y salió corriendo para escapar de ella.  Asustada se dirigió a la sala donde se acurruco en uno de los sillones, y allí permaneció hasta que se quedó dormida hasta el amanecer.

Al día siguiente, María le conto a su madre lo que había sucedido, pero ella no le creyó y le aseguró que todo era producto de su imaginación. No obstante, María sabía que lo que había visto era real y temía que la muñeca escondiera oscuros secretos. Decidida a ponerle fin a esta pesadilla, María optó por deshacerse de la muñeca. La llevó al sótano y la coloca adentro de una caja con la esperanza de que su extraña influencia desapareciera. Pero la siguiente noche, la muñeca regresó misteriosamente a su habitación. De esta manera, María se encontró atrapada en una pesadilla de la que no podía escapar. Sus súplicas de ayuda a su madre fueron en vano, y su soledad y temor se hicieron más evidentes.

Desafortunadamente, una noche cuando María dormía, la muñeca salto sobre ella y furiosamente empezó a golpearla y a morderla por todo su cuerpo. Los gritos de la niña alarmaron a su madre, quien entró a la habitación justo a tiempo para ver a la muñeca encima de su hija. Con valentía, la madre tomo la muñeca y con fuerza la arrojó por la ventana quebrandose en mil pedazos al caer al suelo.

Finalmente, la madre le reveló a maría toda la verdad: la muñeca era la prisión de un espíritu maligno, cuyo objetivo era apoderarse del alma de María. Y así, la pequeña aprendió una lección inolvidable: nunca jugar con objetos desconocidos y no subestimar el poder de lo misterioso.

Así concluye la leyenda de la muñeca embrujada, un relato que nos recuerda que en cada rincón del mundo yace un misterio, y que la curiosidad humana es tan poderosa como peligrosa. María, con su valentía y determinación logró liberarse de la influencia maléfica de la muñeca, pero su experiencia sirve como un recordatorio eterno de que el velo entre lo real y lo sobrenatural es más delgado de lo que podemos imaginar.

 

 

AUTHOR: LEYENDA POPULAR

 

 

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