El Zapatero y los Duendes
27th May 2019
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EL ZAPATERO Y LOS DUENDES
Había una vez un zapatero que vivía en un mundo mágico. Él trabajaba muy duro, pero era muy pobre y honesto, y no ganaba el suficiente dinero para vivir. Con el poco dinero que le quedaba, pudo comprar cuero para hacer solamente un par de zapatos. Un día le dijo a su esposa: “No sé lo que vamos a hacer. El cuero es muy caro y solo pude comprar cuero para un par de zapatos”. Su esposa le contesto: “No te preocupes, ya resolveremos nuestro problema. Mientras tanto, empieza a hacer los zapatos y yo preparare la cena”.
El zapatero corto y preparo el cuero para hacer los zapatos, pero termino muy cansado y sus manos le dolían, así que decidió hacerlos hasta el día siguiente. Entonces dejo su material sobre la mesa, fue a la cocina a cenar con su esposa, y después se fueron a dormir.
A la mañana siguiente, fue a buscar el trabajo que había dejado preparado la noche anterior, y se sorprendió cuando vio que los zapatos estaban hechos. Él no sabía que decir o pensar ante ese acontecimiento tan extraño. ¡Eran unos zapatos perfectos, toda una obra de arte!. Entonces los coloco en el aparador de su tienda, y espero a que alguien entrara a comprarlos. Cinco minutos después entro a la tienda un comprador que quiso probarse los zapatos. Cuando se los puso, vio que le quedaban de maravilla, y antes de que el zapatero pudiera decirle el precio, el comprador pago por ellos más del precio acostumbrado, y antes de irse le dijo: “¡Felicidades!. Los zapatos son de muy buena calidad. De ahora en adelante, siempre comprare aquí mis zapatos”.
El zapatero estaba muy feliz porque había vendido los zapatos a un precio más alto, y ahora tuvo bastante dinero para comprar el cuero necesario para dos pares más. Esa noche, empezó a trabajar arduamente, pero como solo lo alumbraba la tenue luz de una vela, el ya no podía ver bien, así que dejo todo preparado para continuar a la mañana siguiente, y se fue a dormir.
Al siguiente día, tan pronto como se despertó fue a su taller, y cuando entro se sorprendió nuevamente cuando vio terminados dos pares de zapatos. Los coloco en el aparador, y unas horas después entro una pareja, y se los compraron.
Y una vez más el zapatero fue a comprar más cuero para hacer más zapatos. Y a partir de ese día, el zapatero solo cortaba el cuero, y al día siguiente los zapatos ya estaban terminados. Esto sucedió por mucho tiempo, y el zapatero y su esposa se hicieron cada vez más ricos.
Un día, la mujer le dijo al zapatero: “Me gustaría saber quién está haciendo los zapatos”. El zapatero le contesto: “Yo también. ¿Qué te parece si hoy en la noche nos escondemos en el taller para ver qué es lo que está sucediendo?. Su esposa estuvo de acuerdo, y esa noche se ocultaron detrás de un armario para vigilar. Después de la medianoche, repentinamente se encendió una pequeña vela, y el zapatero y su esposa vieron unos duendecillos que entraban por la ventana, y empezaron a hacer los zapatos. Era Invierno y los duendes vestían con poca ropa, y temblaban de frio mientras trabajaban. El zapatero y su esposa se quedaron allí en el armario viéndolos trabajar, hasta que se quedaron dormidos. A la mañana siguiente, la esposa del zapatero le dijo: “Pobres duendecillos, traían muy poca ropa y era muy vieja. Ellos nos han hecho ricos, les debemos muchos favores y tenemos que demostrarles nuestro agradecimiento, así que hoy les hare unas camisas, chaquetas, chalecos, y pantalones para que se protejan del frio. Y tu hazles a cada uno un par de zapatitos”.
El zapatero estuvo de acuerdo, y en seguida, los dos muy ilusionados se pusieron a cocerles ropa nueva, y no abandonaron su trabajo hasta que lo terminaron. Después, dejaron todo sobre la mesa, y se escondieron detrás del armario, y esperaron a que llegaran sus pequeños amigos.
Después de la medianoche, los duendecillos entraron por la ventana dispuestos para trabajar, y entonces vieron la ropa que había para ellos, se rieron y estuvieron encantados. Después, se pusieron la ropita y los zapatos, y cantaron y bailaron felices por toda la zapatería hasta el día siguiente que se fueron.
El zapatero no volvió a verlos jamás, pero él y su esposa vivieron felices el resto de sus días.
AUTOR: HERMANOS GRIMM
ADAPTADO POR: K I D S I N C O
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